El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) reveló un escenario económico de luces y sombras: la industria manufacturera mostró un crecimiento sostenido en mayo de 2025, mientras que la actividad de la construcción experimentó un retroceso. Según los datos oficiales, el Índice de Producción Industrial (IPI) avanzó un 2,2% respecto a abril, marcando su mejor desempeño desde diciembre de 2024. Sin embargo, en comparación con mayo de 2023, la producción industrial fue casi un 9% inferior, reflejando una recuperación aún frágil frente a años anteriores.
Por otro lado, el indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) reflejó una caída del 2,2% respecto al mes anterior, tras un alza del 5,2% en abril. A pesar de esta baja mensual, el sector mostró un crecimiento interanual del 8,6% en mayo y un acumulado del 10% en los primeros cinco meses de 2025 frente al mismo período de 2024. Sin embargo, el empleo en la construcción no acompañó esta tendencia: aunque abril registró un aumento del 4% en los puestos de trabajo respecto al mismo mes del año anterior, el acumulado de enero a abril de 2025 mostró una caída del 1,6%.
En el sector industrial, el crecimiento interanual del IPI fue del 5,8% en mayo, y el acumulado de los primeros cinco meses del año alcanzó un 6,6% más que en 2024. Desde el Centro de Estudios Políticos y Económicos (CEPEC) destacaron esta evolución: “Mayo confirmó la tendencia positiva de la actividad industrial, con mejoras tanto en la comparación mensual como interanual que consolida un buen primer semestre para el sector manufacturero”. No obstante, los analistas subrayaron que este repunte se da sobre una base de comparación baja, ya que la economía tocó un piso en abril de 2024, en los primeros meses del gobierno de Javier Milei.
En cuanto a la construcción, el consumo de insumos en mayo mostró un comportamiento dispar. Se registraron alzas significativas en artículos sanitarios de cerámica (69,5%), asfalto (40,4%), placas de yeso (29,3%), hierro redondo y aceros (26,5%), y pisos y revestimientos cerámicos (26%), entre otros. Sin embargo, hubo caídas en yeso (9,5%), pinturas para construcción (4,3%) y cemento portland (1%), lo que evidencia una demanda heterogénea en el sector.
Un punto de preocupación señalado por expertos es el impacto de la apertura comercial en la industria. Juan Manuel Balestro, secretario de Vinculación Institucional de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), advirtió sobre los riesgos de esta política: “Cuando los productos importados compiten de manera desigual con los bienes nacionales, se erosiona la capacidad del aparato productivo local para crecer, invertir y generar empleo de calidad. No existe posibilidad real y sostenible de desarrollo económico sin un proceso sólido y sostenido de industrialización”. En la misma línea, un informe de Fundar alertó que “más de 430.000 personas pueden quedarse sin empleo en industrias como la textil-indumentaria, calzado, madera y electrónica por culpa de esta apertura comercial sin ningún tipo de estrategia”. Como solución, proponen una apertura acompañada de una reforma fiscal, un tipo de cambio competitivo, políticas industriales innovadoras y una red de protección para los trabajadores de sectores vulnerables.